Todos esperábamos con mucha
ilusión este día puesto que era la primera vez que íbamos a
realizarles talleres a niños desde que comenzamos el curso. A la hora
de organizar los talleres se decidió que se iban a elaborar cinco talleres por
clase puesto que teníamos un tiempo muy limitado para realizar las actividades
y además de que no eran muchos niños. Una vez ya todos los grupos estaban
organizados nos pusimos a crear nuestros talleres y a elegir un sitio donde
poder realizarlos. Nuestra actividad consistía en que ellos crearán un cuento y
que representaran a través del dibujo en papel continuo. Después, nos encargamos de colocar todo
los materiales en el lugar que habíamos escogido. Con todo
ya preparado, esperábamos en clase muy ilusionados su
llegada.
Cuando llegaron los niños a clase una
portavoz del grupo se encargo de presentarnos y de explicarle a los niños lo
que íbamos a hacer en clase. Seguidamente dividimos a los niños en
cinco grupos para que cada uno de los grupos fuera un taller. La división de
los grupos fue un tanto compleja porque algunos niños no querían separarse y
otros incluso no querían estar juntos, pero al final más o menos todos los
grupos quedaron de forma equitativa. Como disponíamos de muy poco
tiempo con ellos sólo pudimos realizar el taller con dos grupos. Nuestro
primer grupo fue un tanto complicado puesto que el grupo que se había creado
estaba un par de niños que se metían con uno de sus compañeros, nosotros puesto
que no los conocíamos y no habíamos visto nada raro pues comenzamos
a pintar. Pero poco después el niño comenzó a llorar en ese
momento una miembro de nuestro grupo se fue con el niño para que se pudiera
tranquilizar. Él le contó lo que le ocurría con los niños y ella intentó de
tranquilizarlo pero se encontraba bloqueado, no quería hacer
nada. Una compañera del grupo de al lado al ver lo que ocurría se acerco a
preguntarle que si se quería ir al otro grupo que también era de pintar, el
niño ante esto se puso a llorar y a decirles que el no sabía pintar y por mucho
que ellas intentan animarlo a que pintará no
lo consiguieron. Al final ambas compañeras decidieron cambiar al
niño de grupo para que se encontrará mejor, ya que así los otros niños no se
meterían con él, aunque no consiguieron que pintará. El segundo fue
todo mucho más divertido, todos se pusieron a crear una
historia rápidamente y entre todos nos lo pasamos muy
bien, ellos dibujando y nosotros ayudandoles.
Una vez ya acabados los talleres, nos
encargamos de llevar a los niños a la clase para realizarles una despedida. Al
final, aunque nos hubiera encantado poder habernos despedidos de ellos, no
fue posible realizarla puesto que iban con prisa para no perder el autobus.
Aunque fue una pena el no podernos haber despedido de ellos disfrutamos mucho
de su visita y nos encantaría repetir de nuevo la experiencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario