lunes, 12 de mayo de 2014

Relación Familia-Alumno

En esta nueva entrada del apartado Relaciones es necesario señalar que no vamos a comentar la forma de educar al niño, ni la vida privada de las familias, sino que nos centraremos estrictamente en la importancia del apoyo de los padres y el entorno familiar para el correcto desarrollo de la vida académica del joven estudiante.

Para el éxito escolar, el apoyo familiar es indispensable, porque, si el niño no tiene cubiertas sus necesidades básicas, se hace imposible que se pueda concentrar en su aprendizaje y en superar las ya numerosas barreras en forma de pruebas, exámenes y calificaciones que se va a ir encontrando. Además, los padres o tutores legales son responsables de levantar, y de llevar al infante a la escuela, de fomentar un clima y un hábito de trabajo diario, además de apoyar los valores de tolerancia, respeto, igualdad,... que le transmitan en la escuela. Los niños distinguen perfectamente cuando se valora su trabajo, por lo que si dentro de su núcleo familiar, le ayudan con los deberes que traiga de la escuela, le enseñan diferentes técnicas de estudio, o simplemente le prestan toda la ayuda posible fomentará una mejora de su vida escolar. Esto, no es incompatible para nada con las clases particulares o la asistencia a academias en las cuales se le dará apoyo más directo a las materias escolares, sino que, lo comentado anteriormente, hace más bien referencia al correcto entorno familiar, un ambiente tranquilo en el que las únicas preocupaciones del niño se reduzcan a su correcto crecimiento, tanto físico, como moral, académico, personal y social.

Mención especial a las familias que deciden que la primera etapa educativa, la educación primaria, la recibirán sus hijos directamente desde casa, impartida por ellas mismas.

[Prestar atención al niño/a, y ayudarle con sus tareas, fomentando un clima de trabajo diario
que le ayudará a adquirir la responsabilidad necesaria para su futuro[

Sin embargo, no todas las familias disponen del tiempo suficiente para atender a todas las necesidades del niño, ya sea por rotura del núcleo familiar (padre/madre soltera, divorcios,...) que ocasiona que no se encuentren en casa gran parte del tiempo diurno por encontrarse en el trabajo, y que, debido a este, cuando llegan estén demasiado cansados como para prestar toda la atención necesaria.

Otro punto relevante es la pobreza, que, sin entrar en los diferentes grados de pobreza, afecta indudablemente a la vida escolar, ya que, como se ha mencionado antes, el niño necesita poder prestar toda la atención a sus estudios, y si, por desgracia, no tiene una correcta alimentación o descanso, estas necesidades se establecerán como primordiales frente a las calificaciones escolares. El mismo resultado de posible fracaso escolar lo encontramos en familias conflictivas (drogadicción, alcoholismo,...) que distraerán al niño de sus tareas escolares.

Vale la pena hacerse la siguiente pregunta una vez se ha reflexionado sobre lo anterior... ¿Acaba en la ayuda con los deberes y estudios la labor de los padres con respecto a la vida académica de sus hijos?

A pesar de que muchos consideren que la vida dentro de la escuela es responsabilidad íntegra del maestro, relegar la importancia de la misma a una sola figura es un grave error. En las escuelas de hoy en día, que, más que verter conocimiento en las cabezas de los niños para que lo memoricen, están empezando a enseñar a aprender, a la búsqueda de información desde las distintas fuentes disponibles, a diferenciar entre las buenas fuentes de información, y, en definitiva, a defenderse en sociedad; y que, además fomenta valores como la cooperación, la igualdad, la tolerancia y el respeto frente a la competitividad, es indispensable que la familia se involucre y tenga una relación completamente fluida con el maestro. Ambas figuras (padres y maestros) deben de apoyarse mutuamente para que el alumno no reciba informaciones contrarias, y se centre toda la vida escolar del joven estudiante en su correcta evolución. 

En definitiva, los niños requieren que sus necesidades básicas sean cubiertas y que en su entorno familiar el ambiente sea relajado para su correcto desarrollo académico. Además, el trabajo conjunto de padres y maestros (cuya relación y comunicación debe ser continua) son fundamentales para complementar un correcto y completo aprendizaje.

[Como ya se ha comentado anteriormente, las tutorías son fundamentales para que maestro
y familias trabajen conjuntamente en la vida escolar del niño/a]

Fuentes y otros enlaces de interés: 

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